- 13 septiembre, 2017
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Para la mayoría de las personas el coche se ha convertido en un elemento imprescindible de sus vidas, ya que es usado para muchas tareas diarias como ir al trabajo, a la compra… o desplazarse a cualquier otro punto, de hecho, cuando no podemos hacer uso de él por cualquier motivo, a menudo, nos causa molestias en nuestra rutina diaria. En este sentido, es preciso que seamos siempre especialmente cuidadosos con nuestro vehículo regularmente y no solo acordarnos de que todo funciona correctamente cuando le toque pasar la Inspección Técnica (ITV). Por ello, es indispensable acudir a nuestro taller mecánico de confianza una vez al año para efectuar una revisión completa, aparte del mantenimiento rutinario.
Desde nuestra experiencia en el mundo de la mecánica, queremos resaltar la importancia de controlar el estado de algunos componentes esenciales para nuestra seguridad como, por ejemplo, los frenos, que no pueden fallar ni mínimamente. En cambio, hay otras piezas cuyo desgaste se produce en periodos mucho más largos de tiempo, como el embrague, que comienza a presentar fallos en torno a los 100.000 kilómetros.
A continuación vamos a ofrecerte algunas claves sobre los elementos que hay que revisar, al menos, una vez al año.
A diferencia de lo que ocurre con otros recambios, los frenos no tienen una fecha establecida de sustitución, sino que su vida útil depende del uso que hagamos de ellos y de nuestra forma habitual de conducción. Además, por nuestra propia seguridad y la de los demás conductores, es una absoluta temeridad ponerse a circular con estos componentes en mal estado, ya que no tendremos ningún control de la conducción.
Con estas razones de peso lo más adecuado es que sea un profesional quien revise su estado para evitar sustos y accidentes. Recuerda que en nuestro taller en Sevilla disponemos de un frenómetro que nos indica la capacidad actual de freno del coche (algo fundamental para saber si aprobarás o no la ITV).
Presionar con la mano de vez en cuando las ruedas para comprobar su presión no es suficiente para verificar si su estado es el correcto. De hecho, hay otros factores importantes como el desgaste de su dibujo, que no debe ser nunca inferior a 1,6 milímetros (el mínimo que marca la ley). Por debajo de esa marca, además de arriesgarnos a sufrir una multa, es como si condujéramos sin neumáticos y, por lo tanto, sin agarre al asfalto. Además, aparte del desgaste, hay otros factores como el tipo de neumático más adecuado para ciertas épocas del año (neumáticos estacionales o mixtos).
Recuerda como taller de neumáticos en Sevilla contamos con ofertas y descuentos especiales.
No solo es importante mantener los neumáticos en perfecto estado, sino que también los amortiguadores son fundamentales para una conducción segura y para que la transmisión entre la calzada y el vehículo sea correcta. No es un componente que en los primeros años tenga que someterse a una revisión profunda, algo que sí habrá que hacer a partir de los 20.000 kilómetros y hasta los 80.000, momento en el que se recomienda su total sustitución.
Aparte de estos tres componentes esenciales para la seguridad, ya que son los que influyen más directamente en la conducción y en el agarre correcto del vehículo al asfalto, hay otros a los que hay que prestar atención como la batería, el aceite y, por supuesto, el motor y su mecánica.