- 17 noviembre, 2017
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Los frenos y, en general el sistema de frenado, son uno de los elementos más importantes para la seguridad tanto nuestra como de los demás conductores junto a los neumáticos y los amortiguadores. De hecho, hay voces que señalan que los controles legales sobre estos componentes del coche deberían ser más estrictos que sobre otros aspectos como la emisión de gases o el estado de las luces de alumbrado, pues ponen en riesgo, como ya hemos señalado, la integridad de otras personas que circulan junto a nosotros o, incluso, de los peatones.
Actualmente, es en la ITV donde se somete al vehículo a un test para verificar el estado de los frenos, aunque debería ser una práctica habitual comprobar el estado de los discos, pastillas y líquido de frenos, entre otros integrantes de este sistema. En definitiva, es de vital importancia detectar posibles fallos y averías.
A priori, no es tarea fácil detectar fallos en el sistema de frenos, pues solo un profesional está capacitado para emplear las distintas técnicas para testearlo correctamente. En el caso de los turismos, estas fórmulas son, básicamente el frenómetro y un examen visual.
El primer instrumento sirve para comprobar el tiempo de frenado, así como su eficacia (posibles retrasos, por ejemplo). Además, también mide el agarre del vehículo al asfalto (si es gradual o no). Tenemos que indicar que unas ruedas desgastadas, desinfladas o los propios sistemas electrónicos de bloqueo del coche pueden impedir que esta prueba se realice correctamente. En Victoriano Peláez somos de los pocos talleres en Sevilla que cuentan con este aparato (muy similar al que te encontrarás cuando vayas a pasar la ITV), pues requiere de una infraestructura que no todos los centros mecánicos pueden permitirse.
Por su parte, el examen visual busca detectar posibles corrosiones, pérdidas y otras deficiencias en tambores, pedal, circuitos (hidráulico o neumático), así como en el freno de mano.
Son varias las señales que pueden advertirnos de que durante la conducción algo no marcha correctamente en el sistema de freno. Entre ellas destacan varias.
Una de las indicaciones más comunes es que el pedal de freno tenga un largo recorrido. Esto puede deberse a fugas en el sistema hidráulico o a que no haya nivel suficiente del líquido de frenos. Para corregirlo, lo mejor es realizar una purga del sistema y proceder al relleno del líquido que corresponda.
Otra señal es que haya que pisar con mucha fuerza el pedal para frenar. Esto puede deberse a daños en las balatas, pistones o incluso en el cilindro maestro. En cualquiera de los casos es fundamental contactar con un profesional para que repare el problema lo antes posible.
Otros síntomas de un funcionamiento incorrecto son los frenos hagan un ruido extraño o “chillen”; que se produzcan vibraciones en el pedal al frenar o que las llantas se bloqueen al frenar. Desde nuestra experiencia como taller en Sevilla tenemos que advertir que es más que recomendable utilizar siempre recambios y componentes de primera calidad, ya que hay piezas que en caliente pierden eficacia y efectividad. ¡Pon siempre tu coche en manos profesionales!